EL TIEMPO NO ES SINO LA CORRIENTE EN LA QUE ESTOY PESCANDO
“Cuando uno está dispuesto a perderlo todo, empieza a estar en condiciones de ganarlo todo”
Asi me llego una frase hace bastante tiempo, que quizá en la desesperación uno no lo ve tan claro, pero con el pasar del tiempo sí, y claro, todo seria mas facil con el diario del lunes, pero la vida no se maneja así.
Hace unos días mis compañeras de kayak me cargaban porque decían que nunca las invito a mis aventuras y eso es verdad, por lo general nunca invito a nadie, pero no es porque no me gusta compartir, sino porque hay momentos en los que necesito estar solo.
Para mi va más allá de que todo viaje a la naturaleza sea una desconexión, se que puedo llorar desconsoladamente frente a las personas que quiero, la compañía siempre ofrece un cierto resguardo emocional, pero por lo general mis viajes son para ir a lo profundo de mi ser.
Debería ser capaz de llegar a lo profundo de mi ser meditando, si, seria genial, pero aun no logro eso, entonces me veo obligado a salir a explorar, porque de eso se trata, de explorar, tanto la naturaleza como uno mismo.
En este viaje me fui a un río al que ya había ido hace un tiempo en plena crisis existencial. Pero muchos, muchos años antes, había ido con gente que hoy ya no nos acompaña en este mundo, entonces ese lugar tiene una conexión enorme con mi ser, no es un lugar que frecuente mucho, pero si es un lugar a donde voy cuando siento que estoy perdiendo el eje.
Me tocó salir desde río gallegos con un viento en contra infernal, pero no era solo eso, sino que la noche anterior me agarró un tirón en la cervical muy doloroso, no podía mover el cuello ni los hombros.
Tenia 180km hasta mi destino, las rafagas eran de 90km/h, ese viernes 30 había laburando como loco (en realidad toda la semana) para poder llegar a las 13 hs sin nada de trabajo, así que a las 13 ya estaba en mi camioneta, al cabo de tres horas pude llegar a destino donde charle con unos puesteros en puente blanco, les desee feliz año y me fui.
El viento no había calmado, pero delante de mí tenía que caminar al menos 15 km, con el viento en contra y con la mochila super cargada (y eso que intente llevarla lo más liviana posible) 19kg.
Camine hasta que mi cuerpo no dio más de batallar, porque cuando termino el viento, empezó el bosque y no es cómodo ir por el bosque con la mochila, porque no es de esos bosques que vemos en las fotos, con árboles rectos y altos, esto es una jungla, donde tenes que abrirte paso y eso te demanda mucha energía, porque venís de repente muy embalado y la mochila se te engancha en una rama y es volver para atrás y eso te va haciendo mucha mella en la moral.
Después de tres horas de caminata pude llegar a un lugar que lo vi y dije, es acá, yo camino hasta que un lugar me llama, entonces se que es el adecuado. Llegue tipo 20, había mucha luz aún, arme el campamento y salí a caminar para aflojar un poco la tensión del dia, encontré un lugar más bello para acampar, pero ya había armado todo, pero me dejó pensando en cuántas veces nos perdemos de las cosas más bellas por no ir un poquito más, porque claro está que no está bueno aguantar, eso nunca es bueno, pero cuando estamos haciendo lo que nos gusta hay que darlo todo, ese dia yo había dado mi cien y por eso plante campamento ahí. Está bien tendría que haber seguido 1km mas y llegaba, pero justo antes de encontrar ese lugar estaba por ponerme a llorar del dolor que sentía en mis hombros, me sentía abatido y estaba bien, venía desde las 7am como loco, con el cuello duro, ya más de doce horas a tope, en algún momento hay que parar ¿no?.
Entonces no me reproche mas el porque no llegue a ese lugar más calmo, sino que me puse contento porque di mi 100%, no me guarde nada, ¿podría haber hecho 1 km más? Seguramente si, el cansancio es solo psicológico, ¿pero hubiese disfrutado de tirarme en medio del bosque a escribir todo lo que sentí en ese día? yo creo que no.
Creo que vivir feliz no es más que estar conforme con las decisiones que uno toma, el resultado quizá no dependa tanto de nosotros, pero las elecciones son solo nuestras, así que si estamos bien con eso, está todo bien.
Pude contemplar el atardecer sentado a la orilla del río, podía sentir como un bosque me cuidaba de un temporal terrible que azotaba la zona, pero a mi solo me venía una brisa, lo cual me dejó totalmente en paz.
Prepare la cena, comí y me acosté nuevamente en el bosque y me quede dormido, no fueron más de 10 minutos, pero cuando me desperté solo oía el viento, las ramas crujir,los animales dando vueltas y no tengo palabras para describirte lo agradecido que me sentí, de poder estar aquí y ahora, de sentirme uno con el entorno.
Uno de mis mayores temores cuando salgo solo a la aventura es estar solo, me aterra pero me encanta y esa dicotomía me vuelve loco. Hay un video dando vueltas de un monje diciendo que si queres saber como estas psicológicamente tenes que ver cómo te hablas vos, como te tratas frente a la frustración, ante la alegría, etc.
Yo hoy en día, después de muchos años de aventura y de terapia, ya se que esta todo bien, que estar solo no me afecta en nada, pero las cosas no las sabemos hasta que las experimentamos y si te da un ataque de ansiedad por estar solo esta bien y si no te da nada y disfrutas desde otro lado todo, tambien esta bien, solo importa como te trates vos en esos momentos.
Esa noche me acosté con mi contractura esperando que al otro día no me duela tanto, cerré los ojos y literal, me desmayé.
Me desperté al otro dia, estaba empezando a llover y para ahorrar peso, lleve una carpa que no tiene toldo impermeable y no lleve más que una campera de goretex, así que levante la carpa y me fui al otro lugar que había encontrado, que ahí estaba más reparado para la lluvia.
Hecho esto dije, bueno, me hago el desayuno, tenía una granola, una bolsita que siempre está lista para salir a la aventura, pero estaba horrible, incomible, el café se me abrió en la carpa así que tuve que juntarlo y volverlo a poner en el frasco, esta vez ya venía con tierra, palitos, hojas, etc.
También para ahorrar peso no lleve mucha comida, tenía solo dos cenas, de las cuales solo me quedaba una, 6 barritas de cereales y café para dos tazas, era 31/12 el vino lo había dejado en río gallegos porque la botella pesa 1,2kg un montón solo para brindar y no tomármelo todo.
No me importo mucho todo este acontecimiento de hambre, asi que junte 3 barritas de cereales, puse mi campera en una mochila y salí, sin más nada, me esperaba una caminata de unos 15km de ida, así que dije bueno, son las 9, a las 12 me como una barrita, a las 15 otra y a mitad de la vuelta la ultima, un plan nutricional increíble.
Camine y camine sin parar, me metí por bosques, me vi encerrado por la vegetación, tuve que abrirme camino entre plantas muy dolorosas, algunas veces tuve que volver sobre mis pasos y buscar un lugar menos complicado, me dejaba algunos mojones (señal hecha para marcar el camino) para saber si ya había pasado por ahí o no, pero la verdad es que no le di mucha bola.
Cabe destacar que lleve el gps, pero nunca le cargue los mapas, así que solo me servía para marcar lugares de interés, lo cual fue muy útil.
Ya avanzada la caminata me encuentro con unas vacas y se escuchaba un toro de fondo a los gritos, así que dije, bueno, están del otro lado del río, tengo chance de correr, pero al final no, estaban de mi lado del río, las miles de vueltas que da hacia parecer que estaban del otro lado, así que ahí por las dudas me abrí un poco del camino que venía siguiendo, lo cual fue hermosamente fortuito, porque termine en un paraíso.
Llegue a una parte del río que creó la había recorrido hacía ya muchísimos años, junto al Rudy y este fue el punto de inflexión del viaje, me acerque a la vera del rio, me sente sobre un tronco que había traído la corriente y recordé a aquel Hipolito niño, que con 8 o 9 años descubrió la pesca y encontró en ella un mundo que mirando hoy en dia hacia atrás, definió mi vida.
El Rudy es Rodolfo Luis Scappaticcio, en el ámbito de la pesca con mosca podría decir muy suelto que era el Messi de la pesca y ni hablar atando moscas, yo lo conocí una vez que fui a la casa de pesca que está en Urquiza, al lado del partido obrero, ahí estaban estos señores todos de 40 o más y yo me quedé maravillado, así que empecé a ir todos los días a preguntar todo, hasta que me hicieron pasar, me convidaron unos mates.
Una vuelta me dice Rudy, ¿queres aprender a armar cucharitas? Yo obviamente dije que sí, y ahí me tenían, todo el día armando cucharitas, y yo me llevaba o plata o cosas de pesca a modo de pago. Tengo que decir que todos me adoptaron como su pollito, pero siempre estuve bajo el ala de Rudy, ya después de un tiempo juntos y de mucha confianza, ellos ya sabían que tenían un amigo más, un poco desfasado de la edad, pero yo era uno más de ellos.
Un dia viene Rudy y me dice, “Poli, te voy a enseñar a atar moscas, pero quiero que entiendas que yo por eso cobro mucha plata, asi que quiero que le pongas empeño a esto, haceme caso en todo lo que te digo y no vas a tener problemas” me enseñó a atar la Wolly Bugger, un clásico de la pesca con mosca y además que fue la primer mosca que tuve.
Hacía unos años se había dictado una clínica de pesca con mosca en gallegos y yo fui, eran todos viejos y yo, así que allí también me adoptaron como su pollito y el que dio la clínica de atado me regaló la mosca con la que mostró un ejemplo, una Wolly Bugger mega clásica, con esos olivas, que fue la mosca con la que saque mi primer Steelhead, y no sirvió más porque me destruyó la mosca.
Con Rudy nos hicimos muy amigos, puedo decir sin dudarlo que fue alguien fundamental en el desarrollo de mi persona, un ser dedicado, meticuloso, trabajador.
Yo ya más adolescente, me rateaba a la mañana del colegio, porque sabía que él a las 7 am ya estaba en su local en la calle Alcorta al 170, yo caía, le hacía unos mates y nos quedábamos atando moscas y charlando de la vida.
De uno de esos encuentros me lleve la frase que más me gusta para definir el aburrimiento, y se dio mientras le hacía mates y yo no tomaba y me dice “¿poli, vos no estas tomando mate?, le digo que no y responde: “esto es mas aburrido que chupar una teta con corpiño” Con él, el mate no era solo el mate, sino que estábamos compartiendo algo, un momento y es algo que siempre me enseño, que los momentos hay que atesorarlos, porque no sabes cuando desaparecen.
Él era una persona con muchos problemas familiares, siempre le aparecía algún quilombo de algo, pero él siempre en mayor o menor medida estaba feliz, con sus moscas, su mate, su gente, sus cigarrillos L&M rojos.
La vida por un modo otro nos separó, en realidad yo me abrí, ya tenía 17 años, estaba haciendo mis cosas y poco a poco me aparté de él, esporádicamente lo iba a ver pero nada más. La última vez que lo fui a ver estaba en su casa ya un poco mal de salud, pero nos quedamos charlando entre maquetas y puchos sobre la vida y me fui, como si fuese a vivir por siempre.
Se mudo y me escribió, poli, me mude, estoy en roca 2050, una esquina que jamás me voy a olvidar, porque nunca fui, me entere tiempo después que había muerto, yo ya sabia que andaba mal, de tanto fumar sus pulmones no pudieron mas y no podía dar ni dos pasos sin agitarse, asi que un poco por no verlo asi y otro poco por tonto, no pude despedir a uno de los padres adoptivos que me dio la vida.
La vuelta de ese lugar hasta el campamento fue muy dura, encontrarme con todas esas emociones que tenía, abrazar el dolor y comprender que lo que queda siempre es hacer todo lo mejor posible.
En un momento de la vuelta decidí perderme deliberadamente en el bosque, quería encontrar algo que me faltaba y así fue que me interne y me perdí, hasta que llegue a un claro, allí me recosté bajo el sol y apareció un carancho, cerca mio, se quedo mirándome y nada mas, al rato me levanto, camino y me seguía, me seguía para todos lados y la verdad que cuando me sucede eso yo siempre creo que es alguien que ya no está que quiere interactuar con nosotros y no se si era Rudy o solo un carancho, pero tuvimos una charla muy linda, le conté de mi vida, de mis hijos, de mis aciertos y desaciertos, que lo extrañaba y le pedí perdón por no haberlo acompañado, pero que estaba muy feliz de haberlo tenido en mi vida.
Sinceramente no tenía ni idea donde estaba parado cuando hablaba con el carancho, pero termine, me sequé los ojos y solo basto con caminar no menos de 500 metros para llegar a mi campamento, que no era fácil de encontrar, estaba oculto entre los árboles, pero llegué ahí mágicamente, o quizá no, quizá fue seguir al carancho en todo su viaje lo que me llevo a casa.
Llegue física y emocionalmente agotado, ya en un rato más caía la noche así que tenia que ponerme para celebrar el nuevo año, así que hice un pozo busque leña y me hice un fuego y me quedé allí hasta las 12, agradecí por la vida que tengo, por lo afortunado que soy de poder hacer lo que me sale del corazón, agradeci por mis hijos y por todo lo que me tocó vivir con ellos y agradeci a la vida todos los momentos interesantes que me hace vivir.
Se dieron las doce, brinde con agua, comí unas pasas de uva y me fui a dormir, al otro dia me esperaba una larga caminata hasta la camioneta, asi que me fui a dormir plácidamente, afuera había un temporal, el viento volaba todo, pero yo en mi refugio solo oía el ruido del viento, como meciéndome para que me duerma.
Me desperté el primero de enero, tome la ultima taza de café que me quedaba, arme todo y Salí disparado, ya había reseteado mi cabeza, ya podía volver a la sociedad sin nada que me perturbe, cargue mi pesada mochila y part.
En un momento de la caminata, un Cauquén (animal que amo mucho) sale disparado como si tuviese un ala rota a lo que me quedo mirando que onda, estas bien?, pero después me percate de que la cría iba disparada hacia otro lugar, a lo que le digo en chiste, man no soy una amenaza yo y se está escapando el pibe.
A lo lejos veo que sigue el pichón y veo unas aves que bajan y pienso, bueno, la madre será, pero no, eran 3 caranchos que estaban saboreando la cena, entonces me puse a correr en dirección al pichón pero me dije, no tenes que intervenir, es a naturaleza, así que pense, bueno, si no voy a intervenir, lo voy a documentar, saque el celu para filmar, le di grabar y no me dio, ese pichón salió corriendo por mi, así que empecé a correr con todo, tire un bastón, y corrí lo más fuerte que pude hasta el pichón, yo veía cómo bajaban en picada los caranchos, uno intenta llevárselo pero se le cae, a lo que llego y saco a los caranchos a bastonazos mientras filmaba también, sigo corriendo hasta que llego a la cria, me fijo como esta, si sangraba mucho pero no, tenía un par de heridas, pero nada grave, asi que le dije “estás un poco roto, pero vas a sobrevivir, ahora te llevo con tus padres”.
Yo no podía más, había corrido unos 200 o 300 metros con la mochila, una locura, estaba agotado, todavía quedaba ver dónde había quedado mi bastón, así que fui a buscar al responsable de la criatura, vos no te imaginas lo que cuesta devolverle el hijo, porque claramente no confían (y lo bien que hacen) entonces yo le mostraba a su cría y me quedé sentado ahí para ver vea que no soy una amenaza, somos todos energía así que intuyo que lo comprendió, cuando dejó de correr de mi y se quedó mirando, solté a la cría y se fueron juntos.
Cuando pasó todo eso, me quedé sentado un rato más y rompí en llanto, porque no fui a rescatar a ese pichón porque me diera pena que lo maten, eso me da igual, es mas, lo iba a filmar, porque así es la naturaleza. Pero fui a rescatarlo porque se de primera mano lo que es querer defender a tu hijo y sentirte solo, porque no tenes chance de tenerla fácil y no podía dejar que esa ave pierda a su pichón, porque no tenía chance contra tres caranchos.
Sinceramente asi me senti yo mucho tiempo, como que solo había que aguantar la tormenta y veremos que pasa y quizá así sea y esta bien, pero esta vez no, rompí mi regla de no intervenir y cambie el curso de las cosas, yo no sé si habrá sobrevivido el pichón, pero si se que si no lo hizo, al menos hasta el final estuvo con alguien que iba a hacer lo imposible para que este bien.
Pasado todo ese momento seguí caminando y caminando hasta llegar a la camioneta, iba en silencio conmigo mismo, no había más nada que hablar, en mi mente había un silencio sepulcral lo cual me pareció muy bonito, porque ni me enteré de la vuelta, de repente ya veía el puesto de vialidad y me puse a jugar a calcular las distancias a ojo, que dicho sea de paso, le erre por 300 metros
Así fue que llegué a mi camioneta, calenté agua para unos mates que nunca tomé, celebre comiendo una lata de atún y llegue feliz a mi ciudad.
Todo este viaje no hizo más que darle más sentido a mis sueños, porque no solo me abrió la cabeza y el corazón, sino que toda esa buena energía que uno emana se contagia y me acerco a gente totalmente desconocida pero que ama lo mismo que yo, e insisto, somos energía y somos responsables de que tipo de energía queremos dar y cuando resonamos desde el amor, la humildad, el respeto, eso te acerca a gente que está en la misma que vos, es inevitable, mismo caso es que si resonas pesimista, sin amor, vas a atraer eso, cuesta lo mismo sentirse bien que mal, yo elijo sentirme bien, porque es lo que puedo controlar, como sentirme.
Gracias por leerme, la verdad que me siento una persona sumamente afortunada, porque muchos de los que leen me devuelven mensajes hermosos y posta, pero posta, posta que no te imaginas lo feliz que me hace, porque esto no lo escribo para hacerme famoso, o ver cuanta gente lo lee, ni siquiera yo lo leo, pero las cosas que uno siente las tiene que decir, a mi me sale asi, sobre el papel y cuando lo que decis, a alguien le cambia algo, eso es el éxito, no puedo pedir mas, asi que estoy eternamente agradecido a esta vida por darme tantos momentos para desbordar de emoción y por toda esta gente que me transmite su amor, sabelo, que tengo el mayor de los cariños para cada uno que lee esto, porque es como una comunidad, una tribu, se hablan cosas, algunos les llega, a otros quizá no, pero siempre mirando para adelante desde el amor.
De nuevo gracias, feliz año y que se te de todo lo que quieras en la vida, y si en algún momento sentís que no va como planeas solo tenes que decirte una cosa “yo puedo” y creeme que vas a poder, con todo, el cielo es el límite.